Muchas veces el tipo de cubierta se define de acuerdo a preferencias estéticas. Pero lo más importante es la capacidad de nuestro techo de resistir al agua y al paso del tiempo.
Cubierta o techo a dos aguas:
Este tipo de cubierta es muy recomendable ya que con una pendiente adecuada ofrece un escurrimiento más veloz del agua evitando estanqueidad y posibles filtraciones. Cuanto mayor sea la pendiente, mejor será el escurrimiento.
Dada su configuración plana, los solapes o empalmes entre chapas consiguen una adherencia mayor e impiden el ingreso de agua aún con fuertes vientos.